1. Un film romántico clásico: My Fair Lady
Esta película tiene tanta fama como pocas ganas tenía aquí una servidora de verla. Mi primera reticencia venía de la mano del tiempo: casi tres horas completas. No una, ni dos… TRES. Y es que toda película que dure más de dos horas da pereza. Me vais a decir a mí que no ahora, malditos. Sumado a esto encontramos el segundo elemento que me echaba para detrás: el género musical (o las canciones son muy buenas o apaga y vámonos). Al final caí (maldita sensualidad cinematográfica) y me encontré con una sorpresa clásica, divertida y vorazmente agradable. Una Audrey que, especialmente en la primera mitad de la película, resulta brillantísima y un reparto coral que acompaña a la perfección la elegancia con la que cuenta todo el filme. La historia, centrada en una apuesta entre dos hombres para reformar y convertir en toda una señorita a una vendedora de lilas, ha sido reinventada numerosas veces. Pero,sin duda alguna, esta es una de las más especiales (e imprescindibles).
Armaos de valor, kilos de palomitas, litros de refresco y disfrutadla. Vale mucho la pena. Además, cuenta con parodia de ‘Los Simpsons’.
2. Un film compuesto de historias cortas: New York, I love you
Distintas personas. Numerosas parejas. Diversos tipos de amor. Todas ellas discurren en Nueva York, en forma de cortos, realizados por diversos directores de gran renombre. Muchos de vosotros la conoceréis por su hermana mayor Paris, je t’aime, una película muy completa y con una visión innovadora a la hora de narrar las vidas de decenas de desconocidos. La idea estaba clara, pero el escenario cambia. Y, el problema es que se queda bastante corta en comparación a su antecesora. A excepción de un par de narraciones que llegan a enternecerte, el resto parece un mero recorrido de rostros conocidos. No enamora, no engancha y no transmite la magia de la gran ciudad. Y eso que contaba con todas las cartas ganadoras (*cof cof, guiño, guiño*)
¿Consejo? Mejor ver los cortos por separado. Especialmente el dirigido por Natalie Portman.
3. Una película que te haya hecho llorar: De tal padre, tal hijo
¿Te imaginas que un día te llaman por el teléfono y te cuentan que tu hijo no es el realidad tuyo? De esta premisa parte este drama japonés que busca acentuar la importancia de la familia como núcleo de la felicidad y, sobre todo, la relación padre e hijo. Las madres quedan en segundo plano (fatal todo). Sin embargo, lo que más me gustó de esta película es que, no solo refleja dos estructuras familiares muy diferentes entre sí y cómo esto puede influir en los niños, sino también la importancia que la sociedad japonesa da a la sangre (como unión familiar). No os voy a mentir: muchas de las ideas que salieron me hicieron echarme las manos a la cabeza, pero también plantearme: ¿realmente no haría lo mismo en su lugar? Es una película que te hace reflexionar de la forma más sencilla y te va introduciendo poco a poco en la vida de personas, como tú y como yo, que un día se ven reducidas a una mentira. Es un drama, sí, pero no a los que nos tiene acostumbrado Hollywood: va mucho más allá. Es bella por dentro y por fuera. Y la banda sonora es… ¡wow!, creedme. Ay, creo que voy a llorar otra vez.
4. Un film cuyo título solo sea una palabra: Babadook
Ahora mismo estaréis pensando: ¿una película de miedo? Sí. Muy a la vuelta de mi etapa adolescente de pelis de terror/gore, decidí que era la hora de ver esta historia que tanto la crítica como el público la ponían por las nubes. «La mejor película de miedo de los últimos tiempos», decían. Pero lo que en realidad no te decían estas voces es que poco tiene que ver con un filme de terror convencional. De hecho, debes tener una idea clara antes de verla: si esperas una hora y media de sobresaltos continuos, lo siento pero esta no es tu película. Babadook te presenta la trágica lucha interna de una mujer contra sus propios miedos y cómo esto repercute en la vida familiar con su hijo. Que a pesar de la lucha, estos demonios interiores a veces pueden dominarte y la única forma de espantarlos es luchar. Aunque nunca terminarán de irse. Ahí lo dejo.
Sorprendente y, a mi parecer, un gran acierto dentro de lo que podríamos denominar «terror psicológico». Eso sí: Stop por la amenaza a los animales en este tipo de películas (si tu también estás de acuerdo, #staphpelisdeterror en Twitter).
5. Una película de un actor/actriz que te encante y aún no hayas visto: Frank
Solo diré dos palabras: MICHAEL FASSBENDER. Cantando, bailando y haciendo de tipo raro. Pero, sobre todo: Fassbender.
AY.
Y, para vosotros, ¿cuál ha sido vuestra seleccionada en las distintas secciones? Podéis dejarme vuestras respuestas en los comentarios o en @onlymutated (y una lechuza de Hogwarts os visitará en agradecimiento)
No es tiempo para Cinéfilos 